La mayor cantidad de miel se obtiene del Genero Scaptotrigona mexicana, en menor cantidad de Plebeia frontalis y un poco de
Nannotrigona perilampoides, todas ellas con un alto potencial curativo. HISTORIA La meliponicultura era practicada en México desde la época precolombina destacando en esta actividad la cultura maya principalmente en la península de Yucatán donde existen 17 especies de abejas nativas sin aguijón ocupando un lugar destacado la abeja Melipona beecheii Bennett (Xunaan-Kaab en maya), a esta abeja se le consideraba sagrada y se celebraban rituales en honor a sus dioses: Ah Mucen-Kab (Dios descendente de las abejas) y Hobnil (Dios anciano protector de los colmenares mayas). En México existen cuatro áreas importantes en el cultivo de las abejas sin aguijón: 1.- La península de Yucatán; 2.- Tierras bajas costeras del Golfo de los estados de Veracruz, Puebla, Hidalgo, Querétaro y San Luis Potosí; 3.- Tierras bajas de la costa del pacífico en los estados de Sinaloa y Nayarit; 4.- La cuenca del río Balsas en Michoacán, Guerrero y Estado de México. (González Acereto 2008). |
MELIPONICULTURA EN LA HUASTECA
La producción de miel virgen en el estado de San Luis Potosí es una actividad que se ha venido desarrollando desde tiempos inmemorables y pasando de padres a hijos por generaciones, lejos de ser una actividad comercial, se practicaba con fines curativos y como complemento alimenticio en la dieta básica, con frecuencia se hacían intercambios (trueque) entre los miembros de la comunidad por otros insumos de uso corriente. Ante la ahora creciente demanda de productos naturales y orgánicos se vislumbra la incursión al mercado de un producto 100% natural, producido en zonas alejadas de la contaminación y con la riqueza de la flora néctar-polinífera existente en la selva baja tropical, que proporcionan a la miel los flavonoides y demás resinas medicinales contenidos en el propóleos que la convierten en un poderoso antiséptico, antiinflamatorio, cicatrizante y reconocido por sus propiedades oftálmicas extraordinarias en el control de la carnocidad de los ojos (pterygion) y otra gran cantidad de afecciones de las vías respiratorias y otros padecimientos que tienden a controlarse con el uso continuado de esa miel. |